Agrupación Musical Mater Dolorosa. La visibilidad oportuna, Quince años de entusiasmo

Mater Dolorosa Musical Group. Timely visibility,  fifteen years of enthusiasm

 

“Lo que no es útil a la colmena, no lo es tampoco a la abeja” (Marco Aurelio, 121-180, D.C. )

 

Resumen

La Agrupación Musical Mater Dolorosa es una banda polifónica que, desde hace quince años, viene reproduciendo marchas cofrades y procesionando junto a MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES, titular de la Hermandad de Labradores, Paso Azul. Para su mayor esplendor, esta interpreta tanto marchas procesionales enfocadas hacia el lucimiento de los desfiles bíblico – pasionales, en cuanto a figurantes y portapasos se refiere, como también música cofrade, considerada un género musical en sí mismo por su ritmo, fuerza y tiempo. Como instrumentos, emplea determinados modelos de la familia del viento metal acompañados por el ritmo que marcan aquellos de percusión como el tambor. Sus músicos son la herramienta esencial para la interpretación y reproducción de marchas, pero también un útil imprescindible en el engrandecimiento de la hermandad y la pomposidad de sus actos. La Virgen es el punto de mira al que dirigen sus esfuerzos, pero la cooperación, el compañerismo y el sentido de pertenencia son el motor que hace que su corazón cofrade siga funcionando con tesón y humildad. En este sentido, entre bastidores, encontramos una gran serie de recursos humanos que toma decisiones, explora todos los medios posibles que permitan su financiación, lucha por solventar todos aquellos inconvenientes que entorpezcan el camino y, por supuesto, procura el beneficio de todos.

 

Abstract

 

The Mater Dolorosa musical group is a polyphonic band that for 15 years has been playing brotherhood marches and processioning with MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES, head of the Hermandad de Labradores, Paso Azul. For its greatest splendor. This interprets both processional marches focused on the display of the “Passionate Biblical Parades” in terms of extras and passholders, as well as brotherhood music, considered a musical genre in itself, due to its rhythm, strength and time. As instruments, it uses certain models from the brass family accompanied by the rhythm set by percussion instruments such as the drum. Its  musicians are the essential tool for the interpretation and reproduction of marches, but also an essential tool in the aggrandizement of the brotherhood and the pomposity of its acts. The Virgin is the focal point to which they direct their efforts, but cooperation, camaraderie and the sense of belonging, the driving force that keeps their heart of brotherhood working with tenacity and humility. In this sense, behind the scenes, we find a large series of human resources that make decisions, explore all possible means that allow their financing, fight to solve all those inconveniences that hinder the path and of course make decisions for the benefit of all.

Palabras clave: Agrupación Musical, María Santísima, Paso Azul, marchas cofrades, amistad íntima, recursos humanos.

Introducción

El éxito de nuestro progreso se basa en la evolución de nuestra historia. Crecer es uno de los elementos básicos que sostiene la motivación de nuestras vidas. Por eso, los azules siempre hemos querido crecer. Para no perder el rumbo de la excelencia que siempre nos ha caracterizado, sí, el rumbo que como producto final deja un legado que fortalece la necesidad de seguir creciendo. Un resultado único que establece a la siguiente generación un complicado reto: el de superar lo difícilmente superable.

Así pues, en esta ocasión y después de un largo período sin dedicar unas letras a las bondades que el ser azul ofrece, dedicaré mis esfuerzos a dar visibilidad a una de las joyas más importantes que el Paso Azul posee: La Agrupación Musical Mater Dolorosa. Un conjunto de noventa miembros que, durante once meses al año (porque no les queda más remedio que dejar uno de ellos en barbecho), trabajan con entusiasmo, constancia y dedicación enfocados hacia el perfeccionamiento de numerosas marchas cofrades. Una herramienta que sin duda blinda el lucimiento de nuestra procesión.

Hoy, este grupo de fanáticos de la música cofrade (no puedo decir otra cosa, ya que ellos mismos llegan a pagar de su propio bolsillo los derechos de determinadas marchas), con la única intención de conseguir reproducirlas con rigurosidad para todos los azules y que son capaces de renunciar a la minúscula gratificación anual que les corresponde por su trabajo y apoyo, para poder estrenar un nuevo traje, lo que les permite tener recambio y que además sin duda saben que no va a ser de su propiedad, sino que va a quedar como patrimonio del paso, ameniza nuestra navidad con un concierto benéfico, desarrolla un disco que les permita hacerse un hueco entre las agrupaciones musicales cofrades más notables de nuestro país, asiste a ferias como «Esencia Cofrade» en la que participan hasta treinta bandas de toda la geografía nacional, batiéndose el cobre con destacadas agrupaciones como CC.TT. Rosario de Cádiz o CC.TT. Tres caídas de Triana, y donde más de cuarenta empresas y artesanos de carácter cofrade y sacro exponen sus trabajos. Luchan por engrandecer el nombre de nuestra hermandad con humildad, tesón y valentía. Sin complejos ni arrogancia, afrontando madrugones, desplazamientos y procurando el obligado autocuidado.

Pero, ¿por qué se da todo este fenómeno? ¿Qué hace que se produzca tanta unión? ¿De dónde emana tal fuerza? Para dar respuesta a estas tres preguntas, partiremos en primer lugar de la tercera acepción que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española en su edición del Tricentenario, actualización 2023, da a la palabra agrupación: “Conjunto de personas u organismos que se asocian con algún fin”. Añadiendo además junto a la misma, entre otros sinónimos la palabra cofradía (“Congregación o hermandad que forman algunos devotos, con autorización competente, para ejercitarse en obras de piedad”), asociando a su vez el término hermandad a significados como “amistad íntima” o “unión de voluntades”.

Por tanto, por un lado y en primer lugar, encontramos la Hermandad de Labradores, Paso Azul, como eje fundamental sobre el cual gira la acción y donde se aúnan todas las voluntades con una máxima, la de llevar a su titular, la Virgen de los Dolores, a la cumbre de la mejor de las posibilidades. Por otro lado, aparecen aspectos como la amistad íntima, la cual deriva del amplio espectro que generan las distintas emociones causadas en este caso por el ejercicio de la música. Así pues, hemos de contemplar la influencia que representa la música en su totalidad para el cuerpo, la mente, la emoción y el espíritu, y cómo se relaciona el individuo con la naturaleza y el medio social (Lacárcel, 2003).

Para Juslin y Sloboda (2001) en Gomila (2008), “la relación entre la música y la emoción es plural y compleja, se manifiesta en múltiples niveles, algunos comunes con otras manifestaciones artísticas, otros aparentemente característicos de la experiencia musical”. En esta línea, Alaminos-Fernández (2021), hace referencia a la música como fenómeno de masas, en el sentido de su presencia cotidiana en las sociedades y reconociendo su capacidad para crear estados emocionales o ambientes que la dotan de una elevada potencialidad para convertirla en un elemento necesario en los eventos religiosos, de exaltación nacional o cualquier otro que implique una fuerte carga emocional, con gran utilidad para su empleo efectivo en actividades cotidianas. Además, Oriola y Gustems (2015) junto con Rentfrow (2012) en Oriola y Gustems (2021) añaden que esta, sirve para cambiar el estado de ánimo.

La música cofrade

Huiremos de la simple definición de la música cofrade como aquella que se emplea para acompañar en los distintos desfiles procesionales, y la elevaremos aún más si cabe, al carácter que conforma en sí mismo un género musical en solitario, pues su ritmo, fuerza y tiempo lo dotan de un significado singular dentro de nuestro patrimonio artístico (Caro, 2021). Asimismo, para este autor, la música es un verdadero lenguaje global y por ende universal capaz de transmitir sentimientos, emociones y pasiones, donde, sin duda alguna, la música cofrade es capaz de evadir nuestros pensamientos, dirigiéndolos hacia lugares y momentos de lo más insospechados, con solo tres notas musicales… “Sol, La, Si”.

Entendida la esencia de tal concepto, realizaremos cierta aclaración de manera que el azul o el lector que sigue estas palabras pueda entender de una manera sencilla qué es lo que se genera en la fábrica de nuestro pequeño y particular conservatorio.

Para Caro (2021) es determinante señalar la diferencia que existe entre lo que se conocen como marchas de procesión y la música cofrade. Pues aunque comparten la misma raíz y poseen numerosas características comunes, la marcha de procesión está creada deliberadamente para su empleo durante el desfile procesional de los pasos o tronos. En cambio, la música cofrade es compuesta especialmente por y para las hermandades y cofradías pero no específicamente para la procesión per se, dado que dicha obra puede ser creada para ser interpretada exclusivamente en orquesta, pudiendo esta ser adaptada para ser convertida en marcha de procesión como sucede; por ejemplo, con la marcha fúnebre de Chopin adaptada en su caso para ser ejecutada como acompañamiento durante el cortejo procesional. En la misma línea, “definiremos banda de música como una agrupación de instrumentos de viento y percusión” (Caro, 2021). Con la opción de poder contar con instrumentos de otro tipo, como pueden ser aquellos de cuerda, pero su uso no es demasiado común, ya que estos están más enfocados principalmente a ser empleados en orquestas, aún teniendo grandes similitudes en la disposición de las diferentes cuerdas (Caro, 2021).

        Para Uribe (2023), el concepto de banda de música ha sido entendido generalmente como un conjunto musical integrado por instrumentos de viento y percusión. Pero desde un punto de vista contemporáneo; es decir, desde una perspectiva moderna, el concepto de banda, está formado por flautas, oboes, fagotes, clarinetes, requintos, clarinetes bajos, saxofones sopranos, altos, tenores y barítonos, trompetas, fiscorno, trompas, trombones, bombardinos, tubas, y una gran elenco de instrumentos de percusión (Astruells, 2012).

Por otro lado, es interesante que el lector sepa diferenciar entre lo que es una Banda de Cornetas y Tambores (BCCTT) y una Agrupación Musical (AG), de las cuales, el Paso Azul, cuenta con el privilegio de poseer ambas. Para Caro (2021), una Banda de Cornetas y Tambores (BCCTT): es una banda formada por las cuerdas de metales formados esencialmente por trompetas, fiscorno, trombones, etc. donde la corneta es la mayor protagonista. Además es acompañada por una amplia cuerda de tambores. Mientras que agrupaciones musicales, son “el resultado de la mezcolanza entre banda de cornetas y tambores con banda de música, dado que se complementa el sonido puro de las cornetas y tambores, con el de la cuerda de viento madera: clarinetes, saxofones, etc. Lo que se intenta lograr con esta unión es conseguir la fuerza, potencia y sonoridad de las cornetas, mezclada con el sonido clásico de la banda de música en general”.

Finalmente, exponer que “acercarse al concepto de banda de música actual, nos lleva a la definición de la misma como agrupación musical formada en su mayor parte por instrumentos de viento y percusión; en el momento en el que a este tipo de instrumentos de cuerda, se puede hacer referencia a bandas sinfónicas. Como característica principal de estas bandas de música se encuentra que los instrumentos deben ser tocados mientras se desfila, anda o marcha, en función de la finalidad de la misma” (Uribe, 2023). A diferencia de lo que se conoce como una banda sinfónica, la cual muestra grandes diferencias con las demás bandas musicales o agrupaciones, pues aquí, la función principal es la de realizar conciertos, bien sea en espacios abiertos o cerrados y donde nos encontramos además de lo que es llamado viento madre o metal, con instrumentos de cuerda, como el violonchelo o contrabajo (Caro, 2021).

Agrupación Musical Mater Dolorosa

La Agrupación Musical Mater Dolorosa, que así es como se llama, es la banda principal de nuestra hermandad. Toma su nombre en honor a la titular de la misma, MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES (pues así es como lo reflejan sus estatutos, en el Título I, artículo 2º), y hace alarde a su nombre tomando como símbolo identitario el anagrama de MARÍA SANTÍSIMA. Este anagrama también queda reflejado como distintivo de la hermandad, junto al corazón atravesado con una espada en recuerdo de los dolores de María Santísima en el artículo 7º, como también en el 8º, referente a las características que enarbolan nuestra bandera. Ambos correspondientes al mismo título I.

En otra dirección y teniendo en cuenta las características que hemos comprobado, atañen a diferentes tipos de bandas, más concretamente en lo que respecta a las agrupaciones musicales. A día de hoy, la nuestra está conformada por los siguientes instrumentos: cornetas, trompetas, bombardinos, tubas y trombones (a nivel de viento), y cajas de percusión y bombos, platillos y campana (en cuanto a percusión).

Si nos detenemos en lo respectivo a la conocida como B. CC.TT. Romana, los instrumentos serían: Cornetas, trompetas,cajas de percusión y bombos. Pero este grupo será objeto de estudio más profundo en otro momento al que le dedicaremos el merecido tiempo que precisa.

Lo que sí está claro es que ambas, determinadas por las herramientas de que disponen, muestran diferentes versiones acústicas, buenas todas ellas, de nuestro himno oficial, la marcha «Las Caretas» (recogido como tal en el artículo 9º, y al igual que todos los demás artículos expuestos hasta ahora, en el Título I, DE LA HERMANDAD, SUS FINES, SÍMBOLOS Y ÁMBITOS), gracias a los hábiles y comprometidos recursos humanos que las gestionan. Esto permite que todos los mayordomos y asociadas tengamos el placer de escucharla en todos y cada uno de los actos solemnes que lo necesitemos.

Volviendo a los instrumentos empleados en la actualidad por nuestra agrupación, a continuación vamos a realizar un repaso por cada uno de ellos para poder entenderlos con mayor precisión, pero siempre de la manera más elocuente posible, para que este artículo pueda ser leído con destreza, ligereza y entendimiento.

 

Instrumentos de viento

Corneta: «es un instrumento de la familia de viento metal(…) Por lo tanto, su sonido se genera a partir de la vibración del aire(…) y según su uso un instrumento militar(…) La mayoría de cornetas están fabricadas en latón. Por su constitución, es un instrumento cónico(…) su sonido es oscuro y agudo (…) En función de su mecánica se puede hablar de distintos tipos de cornetas siendo dos los dos grandes grupos: cornetas de llave o palometa y cornetas de pistones» (Martínez, 2022). En consonancia, Martínez (2022) explica que en las cornetas de llave o palometa, esta permite el paso del aire a través del tubo en una dirección u otra. En el caso de la de pistones, presenta las mismas partes que la corneta de llave, pero el cambio se encuentra en el mecanismo para ejecutar notas, en esta ocasión se utiliza el pistón y es tan utilizada por bandas de tambores y cornetas como por agrupaciones musicales. Es clasificada según el número de pistones que posee, los cuales pueden ser uno, dos o tres.

Partes de la corneta de llave o palometa

 

Trompeta: Al igual que en el caso de la corneta, esta pertenece a la familia de los instrumentos de viento metal. Dentro de esta familia se encuentran también la trompa, el trombón, la tuba, el bombardino y el fiscorno. Podemos decir, que de todos es el más agudo, y está constituido por un tubo cilíndrico en su mayor parte y finalizado con una forma cónica en la parte que se denomina campana o pabellón. Posee tres pistones mediante los cuales, junto a la presión del aire, se puede formar todo el cromatismo. Además señalaremos que posee dos partes principales: La boquilla y la trompeta.

 

Trompeta Yamaha 8335

 

Bombardino: “El bombardino es el bajo de la familia de bugles con válvulas, un grupo que incluye flugelhorns, alto (tenor) horns, baritone horns, y tubas ” (Serrano, 2013), instrumentos formados por una sección cónica que están provistos de llaves y que el mecanismo de sus pistones lo dotan de gran agilidad técnica. Se puede decir, que esta familia de instrumentos posee una sonoridad mucho más dulce y suave que las trompetas y trombones. Tal familia de instrumentos, fue patentada en 1845 por el constructor belga Adolph Sax llamándolos “saxhorns” (Azorín, 2005).

Bombardino o eufônio

Tuba: Este instrumento reproduce los sonidos más graves de toda la sección conocida como viento metal. Puede ser de diferentes tamaños y afinaciones y poseer de tres a cinco válvulas. En esta línea, el tubo cónico de diámetro amplio y la boquilla con vaciado tipo taza, le otorgan un sonido redondo y lleno, bastante rechoncho (Bennett, 1999).

 

Tuba

Trombón: Su nombre procede del italiano y viene a significar algo así como trompeta grande, de hecho, es una larga trompeta doblada con una boquilla de cazuela de mayor profundidad. En lugar de válvulas, este instrumento está compuesto de una vara móvil; es decir, un tubo largo en forma de U, el cual se desliza sobre el tubo principal y que se puede ajustar fácilmente enseguida para alargar o acortar su longitud. Existen siete posiciones de la vara que se basan en siete notas fundamentales y, que se escogen de las distintas series de armónicos, variando la tensión de los labios. Puede sonar solemne, noble y digno (Bennett, 1999).

 

Trombón

 

Instrumentos de percusión

Caja: De origen militar, este instrumento que es llamado también en inglés (side drum/tambor lateral), ya que cuelga del lado derecho para poder ser tocado en los desfiles, presenta dos membranas o parches: Uno superior llamado batidor y otro inferior o de cuerdas. Tales cuerdas se conocen como bordones y están constituidos por varios hilos de alambre o de tripa tendidos a través del parche de cuerdas. Cuando se percute contra el parche batidor, por lo general con baquetas duras, los bordones vibran contra el parche de cuerdas provocando un sonido incisivo y claro, similar al de un repique. Los golpes contra la caja incluyen el redoble y el mordente de una o más notas. Entre los efectos especiales se incluye la utilización de escobillas (Bennett, 1999).

Caja de percusión o side drum

Bombo: Es un instrumento membranófono del grupo de los tambores y del subgrupo de los cilíndricos, siendo el mayor de ellos, pues está conformado por un cilindro hueco de madera, más bien chato, parcheado por ambas bases. Su percusión se realiza con un mazo, formado de un vástago de madera forrado en uno de sus extremos por un almohadillado recubierto de cuero (Varela de Vega, 1984).

Bombo y maza

 

Platillos: Son discos de aleación metálica. Un par de ellos pueden entrechocar permitiendo que resuenen o su sonido se puede apagar súbitamente apoyando con rapidez los bordes contra el pecho del intérprete, quien también puede golpearlos con suavidad entre sí o por el contrario, chocarlos entre sí con ligereza para redoblar. Además, uno solo puede ser golpeado con una baqueta dura o blanda, una escobilla, con la varilla metálica del triángulo y hasta con la hoja de una navaja (Bennett, 1999).

Platillos

 

Campana tubular: es un instrumento de percusión, concretamente, un idiófono percutido de forjado de metal. Se llama campana tubular  debido a que su nombre deriva de su sonido, el cual es similar al de las grandes campanas de las iglesias. Su invención fue un modo de evitar llevar las grandes y poco prácticas campanas originales a la orquesta.  Es un tubo que se golpea en el borde del extremo superior cerrado con un martillo con cabeza de cuero crudo o bien de plástico.

Campana tubular y maza

Una vez, abordados los instrumentos de los que nos valemos desde la agrupación para reproducir las marchas procesionales como la música cofrade en general, la cual nos produce diferentes emociones, sentimientos y recuerdos en función de nuestra vivencias como azules, entraremos de lleno en aquellas personas que hacen posible que este acontecimiento pueda producirse: los músicos azules. 

Los protagonistas

En el primer apartado de este artículo hemos asociado el término «hermandad» a los conceptos de «amistad íntima» y «unión de voluntades», estableciendo como cimiento un sostén sin igual: la Santísima Virgen de Los Dolores, madre espiritual de todos los azules. A partir de ahí, se genera una convivencia que da lugar al esplendor, no solo de nuestra Semana Santa, sino también al de la construcción de comisiones que procuran con ahínco la pomposidad de la misma. Grupos de personas que forjan amistad trabajando codo con codo por medio de la mejor maquinaria, el desempeño cooperativo que lucha por un objetivo común. Es por ello y, tomando como referencia lo que confiere al comisionado de bandas, llevar a cabo un artículo en el que se pretende homenajear una agrupación musical que lleva con nosotros, nada más y nada menos, que un total de quince años, dotándolo de la visibilidad oportuna que se merece no alcanzaría tal propósito sin el sentido y fidedigno relato de sus protagonistas. Para ello, lo más adecuado sería que cada uno de sus miembros nos hiciera conocedores de la pasión que este fenómeno ejerce en su propia piel, pero por cuestiones más que obvias de espacio y agilidad lectora, se han seleccionado como muestra algunas de las crónicas de determinados músicos intentando encontrar variedad en cuanto al puesto que ejerce en el grueso de todo el conjunto.

Francisco Giménez Giráo «Paco» (trompeta 1) comenta: «La agrupación supone un estilo de vida, es como una gran familia en la cual entré en 2019 y, desde el primer día, ha constituido una enorme ilusión ir a ensayar cada noche, ya que este se ha convertido en mi momento favorito del día, pues me permite desconectar. Además, la agrupación es un segundo hogar, ya que algunos de mis compañeros se han convertido en mis mejores amigos con el paso del tiempo. En resumen, formar parte de este equipo supone esfuerzo y ensayo diario, pero lo hago con gusto, porque disfruto mucho, pues todo se ve compensado en Semana Santa, para mí el momento más bonito del año.»

Asimismo, Juan Antonio Soriano Navarro, miembro de la banda de tambores que acompaña en procesión al «Santísimo Cristo de la Buena Muerte», otra pequeña agrupación de gran carácter dentro de todo lo que compone nuestra comisión musical, afirma que sus sentimientos por el Paso Azul, los cuales vienen siendo provocados por su devoción hacia la Virgen de los Dolores, acompañado del buen trabajo que se realiza desde hace años en la lucha por encontrar la excelencia durante carrera, sea reconocido o no por quienes no tienen quizá la misma capacidad de apreciación y perspectiva, le hace sentirse orgulloso de tener el honor de poder ser parte de este selecto equipo y espera cuando se dé el momento y las circunstancias oportunas tocar en la Agrupación Musical, un lugar donde se produce música cofrade de mayor elaboración.

Antonio José López Bailén (Trompeta 1) se expresa con contundencia al decir: “La agrupación musical es como mi segundo hogar; veo la música cofrade como algo más que música, ya que la entiendo como un estilo de vida. Vida que me alegro de compartir con unos compañeros a los cuales considero más que amigos, pues para mí son una familia con la que paso horas de ensayos llenos de momentos inolvidables. Lo que me proporciona la oportunidad de vivir nuevas experiencias y entender mejor las amplias dimensiones que comprenden nuestra hermandad”. Y añade: “Tras las vacaciones post Semana Santa, no dejamos de contar los días que faltan para el nuevo Viernes de Dolores, el momento más esperado por todos los azules y, así poder darlo todo con la música que tanto ensayamos a lo largo del año, la manera de expresarle a nuestra Virgen de los Dolores el orgullo que tenemos al poder acompañarla en ese día tan especial, rodeados de gente derramando sus lágrimas expresando así su sentimiento.”

Miguel Ángel Castellar Amate “Maca” (director general de percusión) nos hace partícipes de sus sentimientos, cuando nos comenta que para él “ser responsable de que toda la percusión Azul, la cual se extiende desde la formación de los niños más pequeños en su inicio, hasta el perfeccionamiento de los adultos más formados que procesionan con marchas y ofrecen conciertos de compleja música cofrade en ferias, teatros y auditorios, es una responsabilidad muy grande. Pero eso no es ningún problema ya que todo se vuelve satisfactorio cuando con orgullo los ve procesionar uno a uno, en formación y de manera cooperativa perfectamente coordinados por las grandes calles de la ciudad de Lorca, con la grandeza que “El Paso” merece. Además, y al igual que sus otros compañeros, entiende la agrupación como una manera de vivir, donde en numerosas ocasiones pasa frío y calor reventado después de una larga jornada de trabajo. Lo que no le hace perder las ganas en ningún momento. Al contrario, pensar en que hay que ir al ensayo, constituye el mayor aliciente para abordar el camino hasta la hora del mismo. Por ello, asegura: “dicen que palos con gusto no duelen, y qué cierto es, pues somos una de las pocas comisiones que se tiran absolutamente todo el año trabajando para poder engrandecer nuestro querido Paso Azul y para que nuestra Madre, la Santísima Virgen de los Dolores se encuentre siempre acompañada con los mejores sones posibles. Particularmente para mí, la Semana Santa es un no parar. Es despertarme y acostarme pensando solamente en la procesión del día siguiente, es disfrutar de su inicio con nuestra serenata sabiendo que hemos llegado a la mejor época del año. Es vestir a los más pequeños, para pasar posteriormente a vestir a los mayores, es que se me pongan los pelos de punta cuando vemos a nuestra madre salir por la cancela de su templo y dedicarle su himno reventando baquetas y pulmones en el día de su onomástica, es hacer que se luzca entre pétalos y claveles cada vez que abandona San Francisco, es llorar cuando termina el día porque nada de esto volverá a suceder hasta el año siguiente, es llorar un Viernes Santo en la recogida final, es abrazarnos entre compañeros con los ojos lacrimosos dando fe de que esos largos días de ensayos han quedado reflejados en nuestra música, para poder seguir trabajando deseoso de cara al año siguiente y así hacerlo mejor todavía. Espero que siga siendo así por muchos años”.

 

 

En este sentido, haremos alusión al muy querido por todos, Juan Laureano Plazas Martínez «El Yayas», músico cofrade, el cual estableció sus primeros pasos en este mundo con siete u ocho años. Momento en que comenzó a comprender que su sueño era tocar por y para el Paso Azul así como para la Santísima Virgen de los Dolores, cumpliéndose el mismo durante el año 2007 en el estreno de la que es conocida como “Banda Egipcia”, siendo encargado de bandas José Sánchez Paredes, quien ejerce hoy el cargo de secretario de nuestra hermandad. Persona a la que le está muy agradecida por tal oportunidad. Posteriormente se formó la agrupación donde recuerda aquella etapa con las siguientes palabras: «Los inicios fueron muy duros, pero debido al gran equipo que formábamos y la ilusión que teníamos íbamos cumpliendo las metas que nos establecíamos poco a poco». Además, Juan asegura que ensayar y tocar en la agrupación de la mano de su director Andrés Sánchez Manzanares, por medio de un instrumento como el trombón, al que considera de un sonido muy guerrero de cara a las marchas procesionales, le permite evadirse de sus problemas encontrando la catarsis. Una herramienta musical que gracias a las facilidades que le ha proporcionado el Paso Azul, ha podido adquirir en propiedad, cumpliéndose un segundo sueño gracias a la mediación de José David Ayala Fernández anterior vicepresidente de la agrupación y Francisco Gregorio Muñoz Navarro, actual encargado. Para terminar y, debido a una enfermedad que sufría, Juan explica que ello le llevó a decidir encargar una marcha para donar a la agrupación en la cual se relatara su sufrimiento. Algo que Andrés consiguió con total exactitud y pureza, haciéndole el día que se estrenó estremecerse de emoción casi hasta la extenuación. Algo que también le produce, ver como se levanta la gente de ambos lados de los palcos al escuchar el himno de nuestra madre mientras lo reproducen al cerrarse la carrera.

El esquema de organización

Finalmente, es determinante hacer referencia y, por eso no pasaremos de soslayo, al engranaje humano que permite que todos estos testimonios y cumplimiento de objetivos puedan hacerse realidad. Pues toda máquina, por muy perfecta que sea, tiene detrás un elenco de recursos humanos, sin los cuales jamás podría arrancar, un grupo de personas, que en este caso y, sin más interés que el de servir a la hermandad y disfrutar del trabajo cooperativo, hace las veces de combustible para alcanzar la pretendida meta o su factor detonante. Por lo tanto, haremos alusión a la existencia de una comisión expresa enfocada hacia el óptimo funcionamiento de lo que después será el resultado del deseo. Son numerosas las personas que en la actualidad conforman un comisionado que va variando según las posibilidades, circunstancias momentáneas y fuerzas, pero nos centraremos en tres nombres propios que orbitan bajo la responsabilidad de Don Miguel Ángel Peña Lorente como presidente de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, dos de ellos con cargo directivo: Por un lado, Don Francisco Gregorio Muñoz Navarro, que en calidad de Vicepresidente de Bandas, lucha diariamente por que cada uno de los músicos que sirven a nuestra cofradía tengan su instrumento y este, esté a punto, busca fervientemente eventos que puedan hacer que mencionados artistas se sientan realizados fuera de las fechas señaladas como concernientes, explora medios que de manera compatible puedan generar ingresos que favorezcan la financiación de los objetivos, lucha porque los uniformes obtengan los cuidados necesarios para que luzcan impecables, organiza convivencias y coordina entre otras muchas funciones más, los cometidos de la agrupación y cada una de las bandas musicales. Por otro lado y, como vocal de agrupación y bandas, encontramos la figura de Doña Noemí Meca Llamas, la cual la podemos encontrar semanalmente al pie de todos los ensayos que sus posibilidades temporales y físicas le permiten, pues la omnipresencia no es cualidad de mortal. Ella es la mano principal que asiste en los avituallamientos necesarios durante las procesiones, conciertos y acontecimientos. Lo que la lleva por consiguiente a ser uno de los principales eslabones que entroncan entre aquellos que elaboran la música y la directiva que procura aportar los medios para que está llegue a nuestros oídos. En cuanto a la tercera persona a la que, hemos dicho consideramos cuanto menos oportuno referenciar, no es otra que la de Don Andrés Sánchez Manzanares, director musical de la agrupación que atañe al título que este artículo rinde homenaje. Sus habilidades docentes y destrezas musicales, son el alma del contenido que resuena.

Conclusiones

Crecer es y ha sido siempre la principal idiosincrasia del sentir azul. Por lo que cada generación siente la necesidad imperiosa de superar un legado que cada vez afina más hacia la perfección. Por ello, dedicar un artículo en homenaje a la Agrupación Musical Mater Dolorosa, la cual lleva fortificando la integridad de nuestro paso un total de quince años, es algo que se antoja imprescindible y placentero.

Como dato importante, estableceremos que esta comisión, solamente contabilizando a los músicos que la conforman, se compone en su grueso de un total aproximado de noventa miembros, ya que varía según las circunstancias, necesidades o contratiempos y, que se reúne prácticamente once meses al año con la intención de afrontar, mejorar y perfeccionar distintas marchas cofrades tanto para ser interpretadas en procesión como para los distintos conciertos que encaran en ferias, jornadas y actos benéficos o conmemorativos a los que asisten.

De tal forma, la Hermandad de Labradores, Paso Azul es el eje fundamental sobre el que gira la acción y, la Santísima Virgen de los Dolores, su titular, la madre de todos los azules, la columna vertebradora sobre la que se sostiene el entusiasmo y aúna la voluntad de crecimiento. Una meta, que no es otra que la de su veneración y culto en la mejor de las condiciones posibles.

Gracias a este fenómeno, existe una enorme cooperación a través del ejercicio de la música, que como resultado paralelo forja amistades y consolida el sentimiento de pertenencia dentro de la familia azul. Haciendo que esta en su totalidad aparezca dentro de nuestra hermandad como una herramienta determinante para el cuerpo, la mente, la emoción y el espíritu, principalmente en lo que respecta a las relaciones interpersonales y el medio social. Por consiguiente, la música puede ser vista como un fenómeno de masas presente en toda sociedad, que evoca a la mente de aquel que la escucha hacia estados emocionales y ambientes potencialmente solemnes para su yo interno permitiendo a su vez establecer grandes lazos fraternales a través de la empatía que generara el trabajo cooperativo de un proyecto común.

En este sentido, es de especial relevancia entender la diferencia que existe entre lo que es la música cofrade como tal, la cual constituye un género musical rico en sí mismo y con identidad propia por su característico ritmo, fuerza y tiempo y las marchas procesionales, elaboradas para ser tocadas en los desfiles de Semana Santa y a menudo enfocadas al lucimiento de un trono o imagen portada por costaleros o portapasos.

Asimismo, destacaremos que para los expertos, en una banda de música encontramos instrumentos de viento y percusión en primera instancia, pudiéndose incluir en segunda de otro tipo, por ejemplo los de cuerda. Pero estos últimos suelen estar enfocados por lo general para orquestas.

A partir de aquí, como cofrades, es concluyente saber diferenciar entre una Banda de Cornetas y Tambores (B.CC.TT.) lugar donde las trompetas son abundantes y la corneta la mayor protagonista, siendo los tambores acompañantes troncales y lo que se clasifica como Agrupación Musical (A.M.), una mezcolanza de lo que vendría siendo esta y una banda de música al uso, donde tal unión permite la adquisición de la fuerza, potencia y sonoridad de las cornetas, junto con con el sonido clásico de la banda de música en un sentido generalizado. Ahora bien, lo que nos permitirá a los azules entender con lucidez lo que es la agrupación y por lo tanto las herramienta musical más importante de que disponemos, es la idea de que independientemente de los instrumentos de viento metal y percusión seleccionados por nuestros expertos, es el concepto que anteriormente señalábamos a través de Uribe (2003), “los instrumentos deben ser tocados mientras se desfila, anda o marcha, en función de la finalidad de la misma”. Lo que no difiere de la posibilidad de realizar o participar en diferentes actos como conciertos en teatros, auditorios o ferias.

Al hilo, deduciremos con elocuencia que la finalidad inherente de nuestra agrupación será la de acompañar y dotar del máximo esplendor a MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES, titular de la hermandad (con respaldo legal en nuestros estatutos) ya que toma su propio nombre de la misma y por ende como símbolo el anagrama identitario de MARÍA SANTÍSIMA.

Para reforzar el compromiso fundamental que determina la finalidad de su creación, es preciso atender a los sentimientos tanto intrínsecos como extrínsecos de los músicos que la integran, los cuales suelen coincidir en su devoción por la Virgen de los Dolores, la emoción que genera la Semana Santa en sus carnes y catarsis que les proporciona perfeccionar el uso de un instrumento rodeados de lo que consideran una gran familia.

Como punto final, es de justicia señalar que todo este fenómeno es posible gracias a un grupo de personas que responde a un orden jerárquico, los cuales toman decisiones y buscan soluciones en beneficio de las bandas y, a una serie de recursos humanos (músicos incluidos) que detrás de una comisión de anónimos luchan por que todo lo decidido y dispuesto, pueda materializarse.

Bibliografía

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Hugo Giménez Cárdenas

Profesor de Enseñanza Secundaria.

Máster Universitario en Procesos Educativos de Enseñanza y Aprendizaje.

Mayordomo de la Hermandad de Labradores, Paso Azul.