Las obras diseñadas y dirigidas por Miguel García Peñarrubia, que se estrenarán en carrera el próximo Viernes de Dolores, han sido elaboradas conforme a los preceptos del bordado clásico durante 22 meses, empleándose en su confección 3´5 kilogramos de oro y 50.000 metros de seda natural
El presidente del Paso Azul, José María Miñarro, la presidenta de la Asociación de la Virgen de los Dolores, Joaquina Gil, y el director artístico de la cofradía, Miguel García Peñarrubia, han presentado los nuevos paños que lucirán en el trono de la Stma. Virgen de los Dolores y que han sido elaborados durante los últimos dos años en el Taller de Bordados del Paso Azul en un esfuerzo conjunto entre la Hermandad de Labradores y la Asociación de Ntra. Señora de los Dolores.
Miñarro ha destacado que “durante la celebración de la septena de esta tarde podremos disfrutar por primera vez en el trono los nuevos paños que acompañarán a la Virgen de los Dolores en cada procesión. Se trata de dos obras diseñadas y dirigidas por Miguel García Peñarrubia que han sido bordadas durante 22 meses, dedicándoles 6 bordadoras un total de 12.500 horas de trabajo. En su confección se han empleado 3´5 kilogramos de oro y 50.000 metros de seda natural”.
Los paños han sido creados conforme a los preceptos del bordado clásico que Francisco Cayuela llevara hasta la excelencia en el Paso Azul. Se trata de un trabajo de corte clásico, inspirado en la tradición de la edad de oro del bordado lorquino, pero que también aporta unos ciertos matices innovadores.
Los dos paños cuentan con similar composición, cambiando solo la estampa central dedicada a los protagonistas: San Juan y María Magdalena. La ornamentación de canutillo de oro que enmarca el conjunto es de inspiración modernista, ascendiendo desde la parte inferior central para representar el anagrama del Ave María realizado a realce con seda natural. Los paños presentan en su parte central un elaboradísimo damasco, con lo que se recupera y pone en valor este elemento fundamental del bordado más tradicional. El damasco en seda aplicado sobre el raso compone unas trabajadas flores que representan a los propios azules y que, con un mismo azul, ofrece numerosos tonos gracias al efecto de la luz.
Los motivos centrales representan a San Juan y María Magdalena, quienes según los Evangelios acompañan a María en el Calvario, compartiendo su dolor y tristeza. A través del trampantojo se transmite la tridimensionalidad del bordado, resaltando la estampa sobre el damasco; destaca igualmente el doblado de la esquina, homenaje al estandarte conocido como el “Cuerno”, que en el pasado formó parte del cortejo azul. El marco ovalado se ha realizado a realce en seda natural, acompañado por flores como ofrenda a las imágenes.
María Magdalena es representada a punto de derramar la lágrima, con la mirada alzada para contemplar a Cristo en su sufrimiento, petrificada ante la horrible visión de la crucifixión. San Juan, por su parte, contiene la tristeza y guarda el dolor en su interior; quiere ser fuerte para apoyar a María, su nueva Madre por indicación de Jesús, la Madre de todos los cristianos.
El Presidente del Paso Azul ha querido “felicitar y dar las gracias a Miguel García Peñarrubia por hacer posible esta gran obra; también a Juan Carlos Peñarrubia, director del Taller; pero, por supuesto, la felicitación más efusiva tiene que destinarse a las bordadoras que han creado con su esfuerzo e inspiración estas grandes obras que desde ahora formarán parte del patrimonio de nuestra cofradía y que serán admiradas por los azules, los visitantes y las generaciones venideras. Para el Paso Azul es un honor contar con bordadoras capaces de realizar obras de arte de tanta belleza”.
Gracias a la realización de estos nuevos paños, San Juan y María Magdalena creados por Cayuela en 1917, obras declaradas Bien de Interés Cultural, BIC, volverán a desfilar como estandartes, embelleciendo aún más el cortejo religioso del Paso Azul.