El origen, 1999.
Tendremos que remontarnos al último trimestre del año de 1999. En ese periodo, la Junta Directiva de la Hermandad de Labradores, Paso Azul, con su Presidente, José Antonio Mula, decide afrontar el reto de incorporar al Cortejo Religioso un nuevo Paso que desfilará la noche de Jueves Santo.
Ya tomada la decisión, se sucedían las típicas incógnitas ¿Qué momento de la Pasión se va a plasmar? ¿Quién se encargaría de realizarlo? ¿Cómo desfilaría? ¿A quién se le encargaría el trono?.
El primer objetivo era saber quien seria el escultor capaz de realizar una obra que reuniera las exigencias de la Hermandad en cuanto a calidad y consonancia con el resto de imágenes azules. De ello se encargó el director artístico Miguel García Peñarrubia. Comenzó su trabajo y se puso en contacto con el imaginero sevillano José Antonio Navarro Arteaga, considerado por los entendidos como uno de los mejores del país en aquel momento.
Tras valorar las distintas opciones se aprobó el ambicioso proyecto de un grupo escultórico que representaría el momento de la coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo.
Para su realización, se desplazó a Sevilla una nutrida representación de la Junta Directiva, con el Presidente a la cabeza y comenzaron los contactos ya de forma más concreta. Allí mismo se planteó quién podría realizar el paso que albergaría el grupo. El propio imaginero que realizaría el Cristo de la Coronación recomendó a la directiva azul que Manuel Guzmán Bejarano fuera el tallista que hiciera el trono.
José Antonio Navarro Arteaga.
La impresionante Imagen del Paso de Misterio de la Coronación de Espinas fue esculpida por el trianero José Antonio Navarro Arteaga.
A este ilustre imaginero lo podríamos definir como la «nueva escuela sevillana», que pese a su juventud, cuenta con el reconocimiento del mundo cofrade. Entre sus obras más destacadas se encuentran aquellas realizadas para la Hermandad de la Estrella de Sevilla o el Santísimo Cristo de Pasión y Muerte también de Sevilla cuyo rostro guarda cierta relación con el que ideara para el Paso Azul.
El Cristo de la Coronación de Espinas sería el primero de esta advocación con el que escultor haría a Jesús acompañado de romanos.
Guzmán Bejarano, el orfebre de la madera.
Manuel Guzmán Bejarano, también de Triana, fue quien ideó el trono del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas. Nació el 2 de agosto de 1921 en la Plaza de la Sagrada Familia. Una vez desarrollado su propio estilo, se establece en su propio taller de la calle Pizarro 9. Completó su formación en la Escuela de Artes Aplicadas, aunando el aprendizaje de la escuela con su propia intuición desarrollada directamente en su taller, llegando a ser todo un portento en la realización de obras con ese aire barroco sevillano, aunque con propio estilo, aunando las labores de tallista y escultor con los cuales se especializó a la hora de realizar tanto sus pasos como retablos, llegando a ser maestro de maestros en las labores realizadas en caoba, cedro y pino de Flandes.
Entre sus obras más destacadas encontramos el paso del «Cachorro» de Sevilla, varios retablos de la Catedral de la Almudena en Madrid o la restauración del paso del Cristo del Gran Poder de Sevilla.
Su obra está caracterizada por el dominio de la filigrana en madera y por el uso de distintas tonalidades de caoba en sus pasos o tronos.
El nuevo trono que le encargaría la Hermandad de Labradores fue de sus últimos trabajos antes de su fallecimiento el 31 de diciembre de 2002.
Iconografía.
Este pasaje de la Biblia es el que queda fielmente reflejado en el paso de misterio que el Paso Azul encargaría el imaginero sevillano.
«Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; trenzaron una corona de espinas y se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: «¡Salve, Rey de los judíos!»; y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza. Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y lo llevaron a crucificar.«
Mt.27 ; 27-31 // Tercer Misterio Doloroso del Rosario.
Paso de Misterio de la Coronación de Espinas.
La escena ha sido compuesta en forma piramidal, en el centro, por encima de los soldados, Jesús mostrando la tortura anterior de la flagelación, y en distintos planos, tres soldados, cada uno de ellos portando sus «particulares insignias» reales (la corona, la caña-cetro y el manto púrpura bordado en oro). El conjunto es de una gran plasticidad y está dotado de gran movimiento. La totalidad de las tallas se esculpieron sobre madera de cedro.
Dentro de los rasgos que le dan la categoría de magnífica obra es el detallado estudio anatómico que se aprecia de forma patente, desde las tensiones musculares de la pierna del Cristo a las posiciones forzadas de los propios soldados.
El rasgo mas sobresaliente de la obra del sevillano es la expresión de los rostros: la furia contenida del soldado que porta la caña, la sorna del que está postrado de rodillas ante Jesús, la diversión del que situado tras el Cristo va a «coronarlo».
Jesús, tras la horrible tortura de la flagelación que hace estremecedora la visión de su espalda, con la cabeza inclinada y los ojos caídos que constatan su agotamiento durante el transcurso de la escena en la que permite que lo torturen sin hacerles frente. Es el dolor que nace del corazón, el dolor de la soledad y el abandono. El dolor que sólo Dios ha sido capaz de experimentar por Amor. Lleva las manos atadas y potencias en la cabeza que constatan su condición divina.
A diferencia de la mayoría de pasos de misterio relacionados con la Coronación de Espinas, el Cristo del Paso Azul está aun sin coronar, es el romano que tiene a sus espaldas el que va a proceder a colocársela. Este hecho da aun más movimiento si cabe al conjunto.
En el año 2005 el Cristo estrena nuevas potencias realizadas en plata con incrustaciones de piedras preciosas, destacando los topacios, así como la Corona de Espinas en plata con delicadísima filigrana de flores pasionarias que se entrelazan con las espinas de la Corona. Ambos elementos fueron elaborados por Juan Borrero, quien haría más tarde el trono de la Santísima Virgen de los Dolores.
Trono.
El paso o trono como lo llamaríamos en Lorca, se ha realizado en distintas tonalidades de la madera de caoba. Su estética barroca clásica esta compuesta por ornamentos exuberantes donde predominan los elementos decorativos de tipo vegetal, hojas y frutos, junto a delicadas tallas de querubines modeladas con exquisitez y finura. Destaca la filigrana barroca calada que rodea el trono y que da la sensación de ser una puntilla tallada.
El trono del Cristo de la Coronación de Espinas está considerado por su armoniosa y cuidada estética como uno de los mejores de la Semana Santa lorquina. Junto con el del Cristo de la Buena Muerte y el de la Virgen de los Dolores, hace que el Paso Azul atesore un conjunto de tronos sin igual.
Los talleres de Eleuterio Aragón en Motril (Granada) se encargarían de la realización de los candelabros y el resto de platería que remata el trono, el llamador y las ocho cabezas de varal. Todo en su conjunto goza de gran armonía con el trono de Bejarano. La cruz de plata situada en la parte frontal del trono es una donación con la que el orfebre granadino quiso obsequiar al Paso Azul.
El adorno floral durante Semana Santa está compuesto de rosa española y pequeñas pasionarias en los laterales del trono.
Portapasos.
El grupo es portado a hombros por 88 portapasos que visten túnicas de algodón de color beige y capa y solideo de color granate adamascado.
Para financiar la adquisición de la Imagen y trono del Cristo de la Coronación, los mayordomos azules que así lo quisieron efectuaron donaciones adquiriendo de esta manera orden de preferencia para portar a la nueva talla el Jueves Santo de 2001.
Se realizan todos los años una media de 10 ensayos con los que sus portapasos se preparan para la salida procesional del Jueves Santo. Cada uno de ellos soporta aproximadamente 22 kilogramos sobre uno de sus hombros, sin cambiar este durante todo el recorrido y sin relevo de portapasos.
Aproximadamente 2.000 kilogramos pesa el trono del Cristo de la Coronación en su salida de Jueves Santo cuyo recorrido ronda los 1.600 metros.
El 12 de abril de 2001 salió a las calles de Lorca por primera vez el Paso de Misterio de la Coronación acompañado de sus portapasos luciendo el genial conjunto escultórico que estrenaba el Paso Azul.
Los Hermanos Mayores del Trono de la Coronación han sido Fernando Serrano Diaz, Ramon Rueda Sola, Jose Luis Romera, Alfonso Canales Valera y, actualmente, Antonio Urrea Ramos.
Acompañamiento musical.
La agrupación musical A.M. Mater Dolorosa estrenó en el año 2012 la marcha «Coronación en San Francisco» de los Hermanos Diaz Flores. Se trata de una marcha dedicada al Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas para su procesión de Jueves Santo.
Antes de la creación de la A.M. Mater Dolorosa, la Banda de Tambores y Cornetas del Paso Azul acompañaba al Cristo de la Coronación vestidos con traje de gala inspirados en la época de Carlos III. Estos trajes fueron estrenados en 2001 junto con la imagen y trono de la Coronación.
Llegada a Lorca.
Las cuatro imágenes que hiciera Artega en Triana llegan el 11 de marzo de 2001 a las 5 horas de la tarde a la ciudad de Lorca y a San Francisco, justo un mes antes de su primera salida procesional. El conjunto escultórico fue expuesto en la Iglesia de San Francisco para que los azules y todo lorquino que quisiera pudiera contemplar el maravilloso estreno que ofrecía el Paso Azul para ese año. Fue bendecido en una misa extraordinaria ante cientos de azules.
Terremoto.
Tras los fatídicos terremotos del 11 de mayo de 2011, el Paso Azul desalojó ese mismo día todas las imágenes religiosas que albergaba el templo excepto el Cristo de la Coronación. La Coronación reside todo el año en una de las capillas laterales del templo en su trono y eso hizo que no pudiera sacarse hasta el día siguiente.
A su llegada a la Casa Museo del Paso Azul donde se encontraban el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y la Santísima Virgen de los Dolores se vivía un momento histórico para esta Hermandad. Era la primera vez que el Santísimo Cristo de la Coronación se bajaba de su trono desde 2001 y también la primera vez que que las tres imágenes religiosas del Paso Azul estaban tan cerca.
La Coronación de Espinas pudo ser visitada durante todo el periodo de rehabilitación de San Francisco en la primera planta de la Casa Museo del Paso Azul. De esta manera, la Hermandad de Labradores se convierte en el primer paso que expone la totalidad de sus imágenes a todos los visitantes después del terremoto de Lorca.
El 18 de marzo de 2012 el Santísimo Cristo de la Coronación vuelve a la Iglesia de San Francisco en un trono prestado por el Paso Morado acompañado de todos sus portapasos.
Estandarte.
El estandarte está bordado en oro y sedas sobre raso de color marrón y como motivo central representa la imagen del Cristo en la misma posición en la que procesiona en el trono y con el mismo gesto en la cara. El estandarte fue iniciado bajo la dirección artística de Miguel García Peñarrubia, y ha sido terminado bajo el criterio artístico de Salvador Caro Pérez-Muelas.
Entró en bastidores el 29 de noviembre de 2005. Rodeando al motivo central aparecen dos ángeles que sujetan un manto púrpura. En la parte más exterior del manto aparece una orla con espinas y flores barrocas. Tras la imagen del Cristo, el calvario y el Huerto de los Olivos. Alrededor una orla en oro con golondrinas y mariposas que según las Sagradas Escrituras fueron las que quitaron las espinas de la corona a Jesús. La greca bordada en canutillo de oro de hojas de parra tiene en su parte inferior el emblema de Jesucristo (“IHS” Iesus Hominun Salvator Jesús Salvador de los Hombres).
Debido a las lluvias y suspensión de Jueves Santo y Viernes Santo de 2007, fue estrenado el Domingo de Resurrección de ese mismo año siendo presidente José Antonio Mula García. Salió por primera vez en procesión con el Santísimo Cristo de la Coronación el Jueves Santo del siguiente año.
Nazarenos.
Con antecedentes del tipo de nazarenos muy parecidos creados en los años 70, en 2007, bajo la presidencia de José Antonio Mula García se renueva este grupo de nazarenos, con diseño y dirección artística de Joaquín Gimeno.
Visten túnicas azul marino, capas en raso granate, y capuz en raso celeste, profusamente bordado en oro, sedas y pedrería con motivos vegetales. Esos motivos bordados recuerdan los que llevan en sus capas Simeón y Pilatos.
En el anverso del capuz, y puesto que el grupo va a ser de acompañamiento para el Trono de la Coronación de Espinas, llevan una corona de espinas con el anagrama IHS en su centro. En la posterior, destaca el anagrama mariano o MARIA.
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Procesión de Jueves Santo.
El Cortejo del Santísimo Cristo de la Coronación en la procesión de Jueves Santo comienza con el Estandarte seguido de la Cruz Guía junto con los nazarenos de acompañamiento. Tras ellos, Simeón, Pilatos y el Gran Penitente. Tras el trono, la A.M. Mater Dolorosa, el Hermano Mayor y el Presidente de la Hermandad junto con un grupo de 11 militares del Ejército del Aire que sirven de escolta. Por último la Caballería Romana portando banderines con la inscripción IHS en referencia al Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas.