En la mañana del 24 de marzo de 2015 se presentaba en la Casa-Museo del Paso Azul la XXV edición de la Revista «Azul» para la Semana Santa de Lorca 2015. Esta publicación, que comenzó siendo un boletín informativo de la Hermandad de Labradores en el año 1988, se ha convertido en una de las herramientas a disposición de los mayordomos más esperada de cara a la Semana Santa. Este año su brillante edición ha sido llevada a cabo por José María Pérez-Muelas Alcázar, mientras que la maquetación ha corrido a cargo de José María Núñez Gimeno, a los cuales desde aquí damos la enhorabuena.
La revista llegará a los domicilios de los mayordomos de la Hermandad de Labradores en los próximos días.
Editorial
Observen la portada por un momento. Aquellos ojos de 1903 no saben que están siendo inmortalizados. Miradas asustadas ante el aparato fotográfico. Desconfían. Rostros oscuros y trabajados que soportan el sol que cae perpendicular del cielo. La plaza de España es una multitud que espera en silencio. Árboles seculares. Palacios abiertos como palmeras. La Dolorosa de Manuel Martínez Mula avanza lentamente por la tarde de Lorca. Nos queda esa forma de mirar sin ver que tenían nuestros antepasados. El testimonio de una época desaparecida.
Esos rostros forman parte de nuestra identidad, y nosotros continuamos el peso del legado que significa ser Azul. La Semana Santa de 2015 ya está entre nosotros, y al igual que en épocas pasadas, nuestra hermandad ha sabido levantarse sobre la tragedia y por encima de las consecuencias de la historia. Este año concluyen las obras de restauración y adecuación del complejo artístico de San Francisco, tras los funestos terremotos de Mayo de 2011. Un mundo tiene que morir para que nazca algo nuevo. Todos juntos hemos visto morir ese tiempo pasado, y ahora, disfrutamos, con responsabilidad, de ese mundo nuevo que hemos construido, sabiendo que nuestras acciones son transitorias, y que no somos más que una parte ínfima en la historia del Paso Azul, al igual que las personas anónimas de la foto.
Un sentimiento, un arte, una superación, que se han visto reflejados en los diferentes números de esta revista “Azul”, que cumple 25 ediciones. Desde que en la Navidad de 1988, Juan Carlos Peñarrubia decidiera crear un vínculo de unión con la mayordomía hasta nuestros días, puntual como un Viernes de Dolores, cada presidente ha sabido darle a esta publicación un estilo personal, para bien del Paso Azul.
Porque entendemos que sin historia no somos nada. Y esta revista es el mejor vehículo para describir lo que somos, lo que significa ser azul durante todo el calendario, pero también, hacer entender a las generaciones venideras que lo que heredan se ganó con esfuerzo y trabajo, y que ser Azul también significa respetar el presente de la hermandad, valorar el pasado de esta gran familia Azul.
Disfrutemos pues de este nuevo tiempo que empieza. Del nuevo museo donde dignificar nuestros bordados, donde celebrar nuestro arte y compartirlo con el mundo entero. Llenemos la Iglesia de San Francisco, uno de los emblemas de la ciudad de Lorca. Mirémonos los unos a los otros y trabajemos juntos. Nuestra historia lo merece. Somos mucho más que diez días de primavera.
25 números, 25 portadas
