Iconografía de las pechinas de San Francisco
Pechinas: elemento estructural y decorativo
Quizá este término para muchos sea desconocido o suene extraño, por ello en esta publicación vamos a tratar de aclarar este concepto, de qué forma aparece en la Iglesia de San Francisco y cuál es su función.
Definiciones de Pechina:
Pechina: Cada uno de los cuatro triángulos curvilíneos que forman el anillo de la cúpula con los arcos torales sobre los que estriba. Diccionario de la Real Academia Española.
Pechina: Cada uno de los cuatro triángulos esféricos que sirven para pasar del cuadrado del crucero al círculo de la cúpula que sostienen. Diccionario de Términos Arquitectónicos.
Pechina (del catalán petxina ‘valva, concha’), en arquitectura, es cada uno de los elementos estructurales y constructivos que resuelve el encuentro entre la base circular de una cúpula y un espacio inferior cuadrado o poligonal. También permite pasar de una cúpula elíptica a una planta rectangular. Diccionario de Elementos Arquitectónicos.
A través de estas definiciones podemos observar como se trata de un elemento estructural y no simplemente decorativo. Su forma es fácilmente identificable al ser un triángulo esférico, presenta una superficie limitada por tres arcos de circunferencia. Son superficies triangulares cóncavas que unidas entre sí por los vértices cierran en la parte superior la base que sirve para el arranque de una bóveda o cúpula.
¿Cuál es el origen de las pechinas?
Los primeros en utilizar este elemento estructural fueron los romanos, pero no fue hasta el siglo VI, con el Imperio Bizantino donde adquirió su máximo esplendor, el mejor ejemplo es la cúpula sobre pechinas de la Mezquita de Santa Sofía. Posteriormente se utilizó en el románico, renacimiento, barroco y la arquitectura musulmana.
¿Cuál es su función?
La función de las pechinas es de transmitir el peso de la cúpula a pilares, pilastras o muros, mediante arcos o cúpulas semiesféricas que los vinculan lateralmente.
Su utilización se hace patente a partir del Renacimiento, y al estar ubicadas en un lugar visible, y preferente de un edificio, suelen presentarse decoradas, Esta decoración suele ser a base de escudos o medallones en época renacentista, o bien a base de pinturas o yeserías durante el Barroco, volviéndose preferentemente lisas durante el periodo Neoclásico.
Las pechinas de la Iglesia de San Francisco
Este elemento arquitectónico lo podemos encontrar en el crucero de la Iglesia de San Francisco bajo el anillo que sostiene la cúpula.
Las pechinas muy probablemente estarían sin decorar en el siglo XVI y esta se realizaría en el siglo siguiente. Encontramos escenas representadas en cartelas, probablemente de estuco policromado aunque de iconografía variada. Albergan los cuatro símbolos que, en relación directa con Cristo y la Virgen María, definen mejor el carisma de la Orden Seráfica. Se trata de cartelas oblongas y coronadas, circundadas por marcos y enriquecidas con motivos vegetales, con escenas o símbolos alusivos a la historia de la orden franciscana que a continuación pasamos a desarrollar.
De izquierda a derecha y en el sentido contrario a las agujas del reloj mirando de frente al altar mayor, aparece el monograma de Jesús (IHS), bajo el que hay un sol y sobre él la figura del Niño. Se trata de una advocación difundida intensamente por uno de los destacados santos de la Orden, San Bernardino de Siena.
La segunda pechina alude a la devoción a la Concepción Inmaculada de María, quizás la más importante dentro de la Orden, que se representa mediante la imagen de la Virgen sobre media luna cuyas puntas hacia abajo sostienen los brazos cruzados de Jesús y Francisco, indicando simbólicamente los esfuerzos de la Orden para la declaración del dogma que sancionase la pureza sin mancha de María.
Son esos brazos parte sustancial del emblema más característico de los franciscanos, que encontramos ya completo en la siguiente pechina. En ella se ven estos mismos brazos clavados ahora en una cruz, simbolizando la conformidad de las vidas de Cristo y del santo de Asís; bajo ellos las cinco llagas, recuerdo de la pasión de Jesús como modelo supremo de entrega al otro.
La última pechina, con el escudo del Santo Sepulcro de Jerusalén, en recuerdo de la misión privilegiada de los franciscanos como custodios de los Santos Lugares, teatro de la vida Cristo.
La decoración que los circunda, ya de corte dieciochesco, sugiere que estos emblemas fueron colocados tardíamente en sus lugares, quizás al mismo tiempo que se hizo la decoración de la escalera de la Tota Pulcra. De haber existido con anterioridad, sus marcos decorativos fueron modificados cuando se renovó la decoración de toda la iglesia para incorporar elementos de estética rococó.
Juan Bautista Mateos
Bibliografía:
-“Lorca Barroca” Ed edit.um, SEGADO BRAVO, Pedro.
– Archivo de la Hermandad de Labradores, Paso Azul.
– Diccionario de Términos Arquitectónicos.
– Diccionario de la Real Academia Española.
– “Clavis 8” Historia arquitectónica del Convento de San Francisco de la Puerta de Nogalte, MUÑOZ CLARES. Manuel.
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Muy buen articulo. Es muy importante que a la vez de trabajar y hacer la mejor Procesion posible, que nos cuidemos de dar a conocer la historia y la cultura de nuestra Hermandad y de los Inmuebles que tenemos. Enhorabuena.