José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente, por temor a los judíos, pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió y él fue a retirarlo – Jn. 19, 38

Oración en conmemoración del sexto de los siete dolores que sufrió María a lo largo de su vida:

¡Oh Virgen María! Madre Dolorosa y la más afligida de todas las madres: postrado a vuestras plantas, por los dolores que padecisteis en vuestra alma, en la vida, pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo, os pido perdón por mis pecados que fueron la causa principal de ellos, y la gracia de nunca más cometerlos. Amén.

Os compadezco, Señora, de la pena, del dolor y de las copiosas lágrimas que derramasteis sobre el divino cadáver de vuestro Hijo puesto en vuestros maternales brazos, muerto, desangrado y hecho todo una llaga; me consuela, al mismo tiempo, el gozo que experimentasteis al ver consumada la obra de nuestra redención. Por tan grande dolor y por tanto gozo, os suplico, me alcancéis la gracia de recibir dignamente en mi corazón a vuestro Hijo sacramentado, cuantas veces me acerque a la Sagrada Comunión, y especialmente en la hora de la muerte.

Señor mío Jesucristo, por las cinco llagas que padecisteis en la Cruz, y por las innumerables que durante la Pasión, abrió el amor a los hombres en todo vuestro delicadísimo cuerpo, os pido, que, según vuestra misericordia, miréis con ojos propicios a los que redimisteis con vuestra preciosísima sangre, y nos conduzcáis a la Gloria Eterna. Amén.

Representaciones de este momento en el patrimonio del Paso Azul: