«El ángel del señor, se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto y permanece allí, hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». – Mat., 2, 13

Oración en conmemoración del segundo de los siete dolores que sufrió María a lo largo de su vida:

¡Oh Virgen María! Madre Dolorosa y la más afligida de todas las madres: postrado a vuestras plantas,  por los dolores que padecisteis en vuestra alma, en la vida, pasión y muerte de vuestro Santísimo Hijo, os pido perdón por mis pecados que fueron la causa principal de ellos,  y la gracia de nunca más cometerlos. Amén.

Os Compadezco, Señora, por el dolor que sentisteis al ser desterrada a Egipto con vuestro Hijo y Esposo, y por las muchísimas incomodidades que sufristeis. Y también me gozo de la alegría que sentisteis al ver libre de la muerte al Niño Jesús, a quien buscó para matarle el inicuo Herodes. Por este dolor y por este gozo, os pido que viva en el destierro de este mundo desprendido de todas las cosas terrenas, trabajando continuamente para llegar a la patria del cielo.

Señor mío Jesucristo, por las cinco llagas que padecisteis en la Cruz, y por las innumerables que durante la Pasión, abrió el amor a los hombres en todo vuestro delicadísimo cuerpo, os pido, que, según vuestra misericordia, miréis con ojos propicios a los que redimisteis con vuestra preciosísima sangre, y nos conduzcáis a la Gloria Eterna. Amén.

Representaciones de este momento en el patrimonio del Paso Azul: