PARTE2

Segundo Periodo constructivo de la Iglesia y Convento de San Francisco:

Hay que llegar hasta principios del Siglo XVII para comprobar el gran apogeo constructivo que en esos momentos experimentaba la Iglesia franciscana, comenzándose a ubicar el convento franciscano.

Casi 10 años después en 1636 se alcanza un momento casi memorable, en esta progresión constructiva de San Francisco, ya que se insta a los artífices, que en este momento dirigían la obra, Juan Garzón (cantero) y Juan Rodríguez (Albañil), a que acabasen la obra de la Iglesia. Aprovechándose la estructura primitiva, Garzón y Rodríguez levantarían el formato definitivo de la Iglesia, que es visible en la actualidad, destacándose en el contrato textualmente que “El arquitrabe, friso y cornisa corra por toda la Iglesia” y, especialmente obras tendentes a la desaparición de la techumbre primitiva. En consecuencia, se subieron los lienzos de pared de la nave principal para conseguir una mayor altura que armonizase, de paso, con la cúpula que completaría el conjunto.

Los tres arcos del crucero  que pertenecían a tres pilastras de piedra labrada se habrían de hacer y cerrar. En cada capilla y de arco a arco ser harían “formaletes” de piedra labrada también, donde reposarían las bóvedas respectivas.

La parte exterior de la Iglesia también sería objeto de atención  ya que la fachada perteneciente a la puerta principal o de entrada habría de proseguirse conforme a la traza ya dada y también había de repararse el friso y la cornisa.

Una cornisa de piedra labrada recorrería  la estructura externa de la Iglesia alrededor del tejado. Se detallan en especial las modificaciones que debería de experimentar la capilla situada a los pies de la Iglesia, pues tenía que hacerse nueva desde sus cimientos y sus paredes hasta el punto que tocase el suelo del coro. En esta capilla se situaría la escalera de caracol que se presupone que sería para subir a la torre.

Los dos maestros citados tendrían autonomía para realizar toda la obra “quitando o añadiendo obra según se fuese ofreciendo”, señal de que su gestión artística se trataba de una verdadera remodelación, y aquella siempre a tasación y supervisada por otros dos maestros, uno nombrado por el convento y otro por Juan Garzón. La tasación se efectuaría cada 4 meses, contando a partir del mes de Septiembre de 1636.

Juan Rodríguez, por su parte, tenía a su cargo toda la obra de mampostería, el asentamiento de ladrillos, el enlucido de las bóvedas y, en general, toda la obra tocante a yeso y tejados. Mientras que Garzón se encargaría de labrar la piedra desde la propia cantera y de asentarla en la obra. El pago a los artífices sería semanal, a razón de 200 reales y de aquí se pagaría también al resto del personal que empleasen en dicha obra.

Perfil iglesia San Franciso

Planos de las diferentes plantas correspondientes a la Iglesia y Convento de San Francisco

Planta Iglesia San Francisco Calle Nogalte

Planta Iglesia San Francisco Primera Planta

Planta Iglesia San Francisco Segunta Planta

Puede deducirse, por la marcha de las obras expuestas, que la Iglesia se estaba reestructurando desde los pies hacia la cabecera. Ya en 1646 se realizó la venta de una capilla que ocupaba el último lugar del lado de la Epístola junto al arco toral que ha de dividir el cuerpo de la Iglesia de la Capilla Mayor, afectando consecuentemente al crucero. Es muy probable que dicho arco toral no estuviese todavía terminado y por ello, en el documento referente a las obras de 1638, se hablaba de “tres arcos torales” y no cuatro, faltando el del lado de la Epístola.

La próxima semana se publicará la última de las partes de la construcción del templo y convento franciscano.

 

Bibliografía:  
-“Lorca Barroca” Ed edit.um, SEGADO BRAVO, Pedro.
- Archivo de la Hermandad de Labradores, Paso Azul.
Texto: Juan Bautista Mateos.

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