¿Quién es Lorenzo de Goenaga o Boenaga? Seguramente esa sea la pregunta que ronda en sus cabezas ahoramismo. En esta publicación trataremos de explicar quién era Goenaga y cómo incidió en San Francisco.

Lorenzo de Goenaga

Llamado también como Bonaga, fue un cantero y tracista vasco que trabajó en diversas obras en la ciudad de Lorca. Debió ser padre o abuelo de Andrés de Bonaga, afincado, como el resto de la familia, en Murcia. Después de 1560 es durante varios años, maestro de la Colegiata de San Patricio. Además, trabajó en las obras de la conducción de aguas en el canal de Sutullena, en la Casa de los Irurita situada en la Calle Corredera, así como en la reedificación de la torre de Cope en el año 1573. Murió hacia 1591.

“El primer cuerpo de la portada fue labrado por Lorenzo de Goenaga, que también se encontraba labrando la portada del lado de la Epístola de la Colegiata de San Patricio”

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Encontramos la primera referencia sobre el cantero vasco en el planteamiento de la obra de la nueva capilla mayor. Es lo que se advierte en la escritura de 4 de Julio de 1575:

San Francisco y maese Lorenzo:

En la ciudad de Lorca … estando en el monasterio de señor San Francisco de la puerta Nogalte de esta dicha ciudad por ante mí el escribano y testigos yusoescritos el muy reverendo padre fray Francisco Moreno guardián del dicho monasterio y Francisco Vallejo vecino de esta ciudad como síndico del dicho monasterio de la una parte y maese Lorenzo de Goenaga cantero vecino de esta ciudad de la otra dijeron que ellos se han convenido y concertado en que el dicho maese Lorenzo ha de obrar y hacer a cuenta la capilla que está en la iglesia nueva del dicho monasterio a la parte de la epístola que es la segunda que linda con capilla de Gonzalo Mateo y la ha de dar hecha y acabada como conviene hasta tomar el agua? en forma a como está hecha la capilla del dicho Gonzalo Mateo dentro de tres meses primeros que se cuentan desde hoy dicho día en adelante.

LA PORTADA

La finalización de las capillas laterales en 1620 puso a la comunidad en disposición de acometer la obra del coro, que se asienta sobre las dos últimas capillas de cada lado, de conectar ese nuevo espacio con la mitad del claustro que ya estaba construida desde 1613, y de unir nave principal y capillas con una portada que no se tiene la completa seguridad de que existiera ya a finales del siglo XVI. El profesor Pedro Segado es quien más ha escrito sobre este último particular y la teoría que traza sobre la portada de San Francisco concluye que su ejecución corresponde a dos épocas distintas:

El cuerpo inferior, o principal, que es de la primera etapa constructiva de la Iglesia, tuvo que finalizarse en los años inmediatos a la mitad del siglo XVI, pues en 1565 la Iglesia estaba terminada. El cuerpo superior data de 1638.

La iglesia no es sólo que no estuviera finalizada en el momento de la inauguración, sino que tardó muchos decenios en completarse y, por tanto, la afirmación de que la obra de la portada —más bien parte de ella— pertenece a aquellas fechas o a años inmediatos pudiera no ajustarse a la realidad, más aún no habiendo documento alguno que fije con exactitud su cronología. Dos datos que parecen solventes guiaron esa deducción: los aportados por diferentes cronistas de la Provincia de Cartagena; y los rasgos estilísticos de su arquitectura, que señalan una época y un modelo concreto. La parte baja de la portada del convento de la calle Nogalte tiene como referente formal más próximo la portada de mediodía de la Colegiata de San Patricio. Compuestas las dos a modo de arco de triunfo con columnas pareadas y retropilastras, asentado todo sobre alto plinto y con sendas hornacinas en los intercolumnios, tiene sin embargo la de la colegiata una decoración escultórica mucho más rica que la de San Francisco, que es de líneas arquitectónicas severas y está desprovista de cualquier elemento decorativo.

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Portada del Convento de San Francisco          Portada de mediodía de San Patricio                                                   atribuida al maestro Lorenzo de Goenaga

Espín Rael, en 1927, atribuyó la portada de la colegiata a Lorenzo de Goenaga con las siguientes palabras: Lorenzo de Bonaga (corregiría el apellido en publicaciones posteriores) murió por el año 1591, dejando hecha parte del crucero, con el arranque de sus pilares, y la puerta de éste que daba salida a la Plaza Mayor, con sus gradas que muchos años después se quitaron para hacer el carrerón o rampa que ahora da acceso a ella.

En el contrato que el 16 de Agosto de 1638 firmaba la comunidad con dos artífices locales, dado a conocer por Segado en su obra ya citada, hace de nuevo referencia a la portada de la Iglesia de San Francisco:

“Es condición que se tiene de hacer y proseguir la fachada de la parte de la puerta de la iglesia reparando el friso y cornisa en que fuere menester prosiguiendo la fachada conforme a la traza que está dada”

Con esta información es más fácil analizar el contrato de 1638. Lo primero que sorprende son las palabras proseguir y acabar de hacer las obras de la iglesia que figuran en el encabezamiento, sugiriendo una continuidad en el trabajo de quienes lo podrían haber iniciado, suposición de la que no se tiene ninguna certeza. El termino proseguir se vuelve a utilizar en la tercera condición, en la que se aborda la terminación de la fachada, especificando que se habría de reparar friso y cornisa donde fuere menester, y todo ajustado a la traza dada. Nada se dice de escudos ni hornacina ni ventana con recerco, detalles costosos en su ejecución que solían aparecer reflejados en los contratos de cantería.

Ningún documento salvo el de 1638 en los términos que hemos visto, da cuenta precisa del momento en que se iniciaron los trabajos de la portada de la Iglesia o de que ésta estuviese en curso de construirse. Así pues hemos de tener en cuenta datos indirectos que nos ayuden a delimitar un periodo en el cual pudo iniciarse su construcción. La teoría trazada por Segado Bravo se asienta en la lectura estilística de los diferentes elementos que integran la portada y en la práctica habitual en algunas de estas construcciones:

1) Para el cuerpo bajo, señala la correspondencia exacta con los modelos clasicistas de la arquitectura practicada en la puerta de mediodía de la colegiata, atribuida a Lorenzo de Goenaga; eso situaría la de San Francisco en un amplio abanico de años comprendidos en las tres décadas finales del XVI, porque parece improbable pensar en una construcción contemporánea a los años de la fundación 1561/1565;

2) Las diferencias estéticas en la talla del segundo cuerpo advertidas por el mismo autor, en donde la escultura de la Inmaculada, inserta en una pequeña hornacina, remite a modelos granadinos de primeras décadas del siglo XVII difundidos por el taller de los Mena.

3) Habla también a favor de esta teoría, aunque no se cita por Segado, que el propio Garzón, por ejemplo, terminase la fachada renacentista de El Salvador de Caravaca, de mediados del siglo XVI, años después de su participación en la de San Francisco de Lorca.

Bibliografía:

MUÑOZ CLARES, Manuel.: “Clavis 8”. Historia arquitectónica del Convento de San Francisco de la Puerta de Nogalte,

SEGADO BRAVO, Pedro.:“Lorca Barroca” Ed edit.um.

– Archivo de la Hermandad de Labradores, Paso Azul.

Juan Bautista Mateos Alcolea

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