Todo… (se emociona). A la Virgen de los Dolores la tengo presente todos los días. De hecho, cuando rezo con mis hijos por las noches siempre terminamos rezando “Virgencita de los Dolores te queremos mucho”. Como dice Joaquina, “todo es por y para ella, porque ella se lo merece todo”.
- Hablas de Joaquina, toda una institución tanto en el Paso Azul como en la Asociación, ¿en quién te inspiras dentro del entorno azul?
Siempre he estado rodeada de azules muy azules, con un saber estar magnífico y comprometidos al 100%. Cada persona que conforma el paso tiene su grano de arena que aportar. Yo a Joaquina la admiro mucho. Su elegancia, su trato con la gente, con lo difícil que debe ser ostentar durante tantos años un cargo y aún así nunca la verás pronunciar una mala palabra. Carlos Pinilla padre, los presidentes, Cristóbal Alcolea, José María… nunca dejará de sorprenderme su forma de trabajar, su fuerza. Todos. Al final hay mucha gente y yo soy muy afortunada de contar con grandísimos amigos dentro del paso. Tenemos la suerte de ser una gran familia.
- Volviendo a la la Fundación Paso Azul, para mucha gente es un misterio, ¿qué labor lleva a cabo? ¿qué gestiona en relación al Paso Azul? En definitiva, ¿en qué pueden notar los azules las acciones de la Fundación?
La Fundación tiene dos cometidos principales. El primero es la gestión de los bienes del Paso Azul como pueden ser el edifico del MASS y su proyecto expositivo. Por otro lado, también nos encargamos de gestionar todas las actividades culturales que se organizan en el Museo Azul de la Semana Santa, preparándolas con un año de antelación. Al final, la Hermandad de Labradores se centra en Semana Santa pero su museo está presente todo el año.
- Tras su llegada al cargo, ¿cómo valora el legado de sus predecesores?
Bueno, de la Fundación yo ya soy la cuarta presidenta. Juan Carlos Peñarrubia arrancó, Nicolás Carazo puso en marcha el proyecto del museo, Andrés Espinosa lo ejecutó y a mí me toca terminarlo. No puedo decir nada malo de ninguno. Todos podemos ver el resultado de su trabajo y ahora me toca a mí rematar la faena.
- ¿Qué proyectos tiene a corto plazo?
Actualmente estamos trabajando con el objetivo de finalizar la obra del MASS. Obviamente, la construcción está terminada, pero hay algunos temas económicos y administrativos que con suerte estarán solucionados en breve.
A largo plazo hay muchos. Ya nos estamos planteando la ejecución de la segunda fase del proyecto del museo, que se situará en la conocida como “esquina de la Bayer”. En ese espacio se recuperará la fachada, y detrás se incorporará un edificio de nueva construcción destinado a albergar dependencias del Paso Azul y una posible actividad terciaria. También hay otros proyectos de tipo patrimonial que de momento no puedo desvelar y por supuesto muchísimas actividades de tipo cultural. El MASS nos ofrece muchísimas posibilidades. Ya es conocido a nivel local y regional, pero ahora toca que el resto de España lo conozca. Con la última exposición nos hemos dado cuenta de lo que sorprende nuestro museo, así que ahora nos queremos centrar en organizar eventos con repercusión nacional para que el museo, la Semana Santa de Lorca y nuestro bordado se den a conocer. Tenemos proyectos muy interesantes con otros museos de índole nacional para interactuar con ellos y dar a conocer lo que aquí tenemos y que a la gente de fuera le sorprende tanto.
- ¿Cuáles considera que son sus principales retos?